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miércoles, 11 de junio de 2014


EL ASESINATO DE MISAEL NÚÑEZ ACOSTA CON EL TUFO DE ELBA ESTHER

                                             

Veintinueve años han pasado desde que asesinaron arteramente (un 30 de enero de 1981) al profesor Misael Núñez Acosta, a quien le ajustaron cuentas sólo por ser disidente de la estructura sindical nefasta y charra de aquella época, que no distaba mucho de la de ahora, al contrario todavía está vigente, tan vigente que a quien acusan de ese acto oprobioso es a la mismísima Elba Esther Gordillo Morales, todavía cacique vitalicia del SNTE.


La historia nos remonta a aquella época, la cual ya la hemos tratado en este espacio, que ahora por ser su aniversario, y porque resurgiría en forma de libro es pertinente prestarle atención por las implicaciones que conlleva. Sirva entonces esta colaboración como homenaje al profesor Misael, quien fuera víctima como tantos otros del poder represor del Estado, y sus aliados naturales, quienes gozan de cabal impunidad dándose el lujo de ser alabados y apapachados por el actual gobierno, al grado de cogobernar sin el menor recato.

Hace ya un año, la autora del libro, en su reportaje en La Jornada, refiere el asesinato del profesor Misael Núñez Acosta, y con testimonios de quienes vivieron aquel hecho, documenta lo acaecido, quedando plasmada la acusación de la responsabilidad de Elba Esther Gordillo en dicho crimen. La periodista Laura Poy recabó las versiones mediante entrevistas, de diversos personajes que tuvieron un papel relevante junto con el profesor ultimado, de tal manera que en sus testimonios, responsabilizan y acusan a Gordillo de su autoría intelectual, así:

José González Figueroa, líder histórico de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) e integrante del grupo de quienes encabezaron el CCL (Comité Central de Lucha) afirmó que los responsables intelectuales de la muerte de Núñez Acosta son “Carlos Jonguitud, Elba Esther Gordillo y su cúpula ‘charra’ porque, como se sabría meses más tarde al detener a los asesinos materiales, que poco después se dieron a la fuga, todo fue planeado y ejecutado con la aprobación de aquélla y sus cómplices”.

Destacó que otro factor decisivo para acabar con la vida del docente fue “el temor del ‘charrismo’ de enfrentar un movimiento magisterial encabezado por líderes que no sólo tenían un amplio consenso; también comenzaban a sumarse personajes que, como Misael, contaban con un amplio apoyo de obreros y colonos, además de que era experimentado en luchas populares, lo que era más peligroso”.

Abunda Poy, que por su parte, Ramón Couoh Cutz, fundador de la CNTE, quien encabezó en 1980 el comité ejecutivo disidente de la sección 36 del valle de México, afirmó que el asesinato de Núñez Acosta “fue un crimen de Estado, porque el ‘charrismo’ sindical lo planeó, pensando que con ello golpearían a uno de los movimientos magisteriales de mayor efervescencia”.

Agregó que a partir de 1979 la “cúpula ‘charra’ del SNTE, primero encabezada por Carlos Jonguitud y después por Gordillo, ha intentado destruir la CNTE y cualquier espacio de disidencia, pues a la fecha tenemos decenas de profesores muertos, a lo que se suma la represión de cientos de miles, la marginación administrativa y la violación sistemática de los derechos laborales. Desde el poder sindical han practicado de todo con el magisterio: torturas, asesinatos, órdenes de aprehensión y terrorismo laboral”.

Evidentemente, un testigo que no puede faltar es el maestro Teodoro Palomino, quien en el reportaje de Laura Poy, insiste en lo siguiente:

“Con el asesinato de Misael quedó demostrado que el charrismo está sustentado en una vena criminal, pues concentra la corrupción, la incapacidad, el abuso de poder y el autoritarismo”. También, puntualizó, es “producto del atraso cultural y educativo, pues es una de las manifestaciones del rezago caciquil”.

En el 2002 cuando el profesor Carlos Jonguitud Barrios todavía estaba cuerdo, aunque minado de su salud física, fue entrevistado por los periodistas Jenaro Villamil y Rosa Elvira Vargas, y a la pregunta:

“¿Cómo es que se ha mantenido durante 13 años al frente del sindicato?” El exlíder responde: “A base de sus grupos de control- y evoca- no sé si ustedes recuerdan el asesinato de Misael, un maestro del estado de México. Misael murió en manos de ellos, precisamente por eso, porque se había convertido en una gente que tenía cierta afinidad por los planteamientos del sindicato, porque estaba completamente convencido de la lucha social pero no tuvo afinidad con ellos y por eso finalmente lo mataron”.

Habría que sustentar lo dicho por Jonguitud con la sentencia: “Los pararemos cueste lo que cueste, a costa de lo que sea, con toda la fuerza del sindicato”. Fue la frase que dejó caer en noviembre de 1980, Elba Esther Gordillo en un mitin de la sección 36, dirigida a Misael Núñez Acosta (asesinado en enero de 1981), Teodoro Palomino, Juan José Altamirano, Ramón Couoh, y otros, quienes fueron fundadores del Comité Central de Lucha del Valle de México.

Acerca del libro que fue pre presentado en esta fecha hace un año, en la explanada del Palacio Municipal de Ecatepec, estado de México, es menester destacar que no se ha publicado formalmente, existiendo la duda acerca de los motivos que han retrasado dicha publicación. Éste, según la información que se me proporcionó, constaría de diez capítulos que incluyen los datos biográficos, los relativos a su familia, su trabajo profesional y académico, lo referente a su participación política, el relato que versa sobre su asesinato, incluyendo cincuenta entrevistas con testimonios de luchadores sociales, así como parte del expediente con la denuncia penal en donde se acusa a Elba Esther Gordillo Morales del homicidio (autoría intelectual).

Es importante destacar que el proceso penal quedó literalmente en suspenso, merced a los buenos oficios del fiscal aquél, de apellido Prieto (que resultó un fiasco) nombrado por Vicente Fox, en la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado, en donde atendiendo la recomendación de Jorge Castañeda Gutman, no realizó la investigación por el delito que se le imputaba a la profesora y directora de primaria.

Actualmente lo que observamos es una cada vez más execrable actitud de los nuevos aliados de la demeritada dirigente sindical, quienes a sabiendas de la inmensa cauda de trapacerías que se le conocen, a pesar de eso, la siguen aquilatando como indispensable para la obtención de votos en las contiendas electorales que están en puerta. Caso concreto, la alianza que ya fue otra vez amarrada aquí en Baja California, entre el inmaculado y celestial Acción Nacional y el partido propiedad de “la corruptora de mentores” (PANAL).

Todavía vende caro su amor (cual hetaira en burdel) político, donde patéticamente los que la necesitan, quienes requieren sus “buenos oficios”, son los mismos que abominaban las prácticas corporativistas, la corrupción, la impunidad, atribuibles en otros tiempos a los gobernantes del anterior régimen, y que ahora andan en pos de ésta a pesar de lo depreciada que está, con cuanto se ha conocido de ella, como su “enriquecimiento inexplicable”, sus prácticas y hechicerías, su poder corruptor y ahora el refrendo de la presunción del delito de homicidio. Quién sabe qué tanto más habrán de solaparle con tal de que les siga sirviendo como dadora de votos, votos asquerosamente sucio

por: Guadalupe Herbert

martes, 10 de junio de 2014